Qué debemos comer antes y después de los entrenamientos para definir el músculo

Aunque tengas algo de hambre, lo ideal es no tomar nada, aunque a priori parezca ilógico, tiene su fundamento y toda su lógica. Una vez que comencemos la actividad física, la sensación de hambre desaparecerá ya que nuestro páncreas comenzará a segregar glucagón, que es una hormona encargada de obtener energía, aumentará los niveles de glucosa en sangre y baja la sensación de hambre, ¿a que cuando entrenas nunca tienes hambre? Ahora ya sabes el porqué.

Mi consejo es que justo antes de entrenar bebas abundante agua y listo. Como las reservas de glucógeno están muy limitadas por el descenso de hidratos en la dieta, el organismo va a por su segunda arma de ataque a nivel hormonal y vuelca a la sangre las catecolaminas, que son hormonas lipolíticas que van directamente a romper las células de grasa, los adipocitos, volcando al torrente sanguíneo una molécula de glicerol y tres de ácidos grasos. El glicerol se transforma en glucosa y se oxida y los ácidos grasos viajan hasta la mitocondria de la célula para ser oxidados, al llegar aquí necesitan de dos ayudas, por una parte, la archiconocida y supravalorada L-carnitina, que su función no es quemar la grasa como se cree, sino que sólo se encarga de introducir el ácido graso en la mitocondria, pero si no hacemos ejercicio, por mucha L-carnitina que tengamos, el efecto será nulo, la otra molécula que necesitamos imperiosamente es el oxígeno, sin la presencia de él, el ácido graso no se puede “oxidar” y producir energía.

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